En este post vamos a explicar qué debemos tener en cuenta para el tratamiento del SOP, explicaré resumidamente las medidas farmacológicas que se utilizan hoy, y ya será en el siguiente post donde explicaré en lo que creo más importante de todo: los autocuidados, adentrándome en la dieta y suplementos.

Ya explicamos en el post anterior Síndrome de ovarios poliquísticos los tres criterios diagnósticos de Rotterdam y que había que reunir al menos dos de ellos para el diagnóstico, pues bien, según esos criterios, hay muchas formas de manifestarse el SOP: desde mujeres obesas muy sintomáticas con muchos síntomas virilizantes (obesidad de predominio en cintura, acné, alopecia, hirsutismo…) hasta mujeres con un peso normal que simplemente tienen desórdenes ovulatorios. Desde un extremo (muchos síntomas) al otro (pocos síntomas) hay toda una serie de variaciones intermedias.

También dijimos en el post anterior que el problema hormonal (elevación de andrógenos) es consecuencia del problema metabólico (la resistencia a la insulina): los receptores de la insulina de las células tienen aumentada la resistencia a esta hormona, por eso cuando la glucosa sube en sangre, el páncreas tiene que aumentar la producción de insulina muchísimo más (hiperinsulinismo) para vencer dicha resistencia y poder introducir la glucosa dentro de las células.
Pues bien, esta insulina tan aumentada es la responsable de la producción de andrógenos en el ovario. Ya os expliqué que si la insulinresistencia continúa a largo plazo, podría llegar el momento en que el páncreas no da más de si para producir suficiente insulina, dando lugar a la diabetes. Pero además, la insulina aparte de su función de introducir la glucosa en las células, tiene otras funciones, como la actuar sobre el metabolismo de los lípidos: el exceso de insulina (hiperinsulinismo) favorece la obesidad abdominal y la dislipemia, por ello el hiperinsulinismo no sólo predispone a la diabetes sino también a la arteriosclerosis, obesidad e hipertensión arterial: el famoso síndrome metabólico, el cual aumenta el riesgo cardiovascular.

Clásicamente, se ha asociado el SOP con el aumento de riesgo de cáncer de endometrio, pero esto parece que NO es por la anovulación (no ovulación), no olvidemos el cáncer de endometrio es más frecuente en mujeres con la tríada: hipertensión + diabetes + obesidad, es decir, en mujeres con síndrome metabólico, por lo tanto si tratamos la resistencia a insulina evitaríamos a largo plazo la hipertensión + diabetes + obesidad, y entonces disminuiría el riesgo de cáncer de endometrio.
¿QUÉ QUIERES TRATAR? ¿LA PUNTA DEL ICEBERG O TODO DESDE LA BASE?
Debemos pensar en qué queremos tratar en el SOP: si la punta del iceberg, o tratarlo todo desde la base. Quiero decir con esto que ¿queremos tratar solamente esos problemas hormonales que producen los síntomas virilizantes y los retrasos menstruales? ¿O queremos tratar el problema metabólico de base que, además de fomentar los problemas hormonales, predispone a largo plazo al síndrome metabólico? Sabemos que si tratamos el problema metabólico, estamos tratando además el problema hormonal, pero no sucede lo mismo al revés: si centramos el tratamiento exclusivamente en el problema hormonal (anticonceptivos), no estamos tratando el problema metabólico.
Lo voy a explicar mejor: cuando lo que se desea tratar son los síntomas virilizantes (hirsutismo, acné, alopecia) el tratamiento con anticonceptivos orales combinados serían muy eficaces para ello, pero ¡ojo! con los anticonceptivos lo que estamos tratando es la punta del iceberg, pues no están para nada tratando la base del problema: la resistencia a la insulina. Los anticonceptivos mantienen los ovarios en reposo, por lo que el ciclo hormonal se realiza artificialmente con las hormonas exógenas (los anticonceptivos), y por ello, al estar los ovarios en reposo no producen esos andrógenos que provocaban esos síntomas virilizantes y de ahí la desaparición de estos síntomas.
Es necesario aclarar dos cosas: el anticonceptivo no ayuda a que el ovario funcione (sino que lo que hace es todo lo contrario: sustituir su función) y lo más importante: que el propio anticonceptivo no sólo no trata la resistencia a insulina, sino que además a largo plazo la agrava. Por eso, en el caso de utilizarse anticonceptivos en el tratamiento de los síntomas virilizantes, éste debería acompañarse de autocuidados (dieta y ejercicio) para contrarrestar la resistencia a insulina, otra opción es acompañar los anticonceptivos con fármacos o suplementos sensibilizadores de los receptores de la insulina como la metformina o el mio-inositol.

En este post vamos a explicar qué debemos tener en cuenta para el tratamiento del SOP, explicaré resumidamente las medidas farmacológicas que se utilizan hoy, y ya será en el siguiente post donde explicaré en lo que creo más importante de todo: los autocuidados, adentrándome en la dieta y suplementos.

Ya explicamos en el post anterior Síndrome de ovarios poliquísticos los tres criterios diagnósticos de Rotterdam y que había que reunir al menos dos de ellos para el diagnóstico, pues bien, según esos criterios, hay muchas formas de manifestarse el SOP: desde mujeres obesas muy sintomáticas con muchos síntomas virilizantes (obesidad de predominio en cintura, acné, alopecia, hirsutismo…) hasta mujeres con un peso normal que simplemente tienen desórdenes ovulatorios. Desde un extremo (muchos síntomas) al otro (pocos síntomas) hay toda una serie de variaciones intermedias.

También dijimos en el post anterior que el problema hormonal (elevación de andrógenos) es consecuencia del problema metabólico (la resistencia a la insulina): los receptores de la insulina de las células tienen aumentada la resistencia a esta hormona, por eso cuando la glucosa sube en sangre, el páncreas tiene que aumentar la producción de insulina muchísimo más (hiperinsulinismo) para vencer dicha resistencia y poder introducir la glucosa dentro de las células.

Pues bien, esta insulina tan aumentada es la responsable de la producción de andrógenos en el ovario. Ya os expliqué que si la insulinresistencia continúa a largo plazo, podría llegar el momento en que el páncreas no da más de si para producir suficiente insulina, dando lugar a la diabetes. Pero además, la insulina aparte de su función de introducir la glucosa en las células, tiene otras funciones, como la actuar sobre el metabolismo de los lípidos: el exceso de insulina (hiperinsulinismo) favorece la obesidad abdominal y la dislipemia, por ello el hiperinsulinismo no sólo predispone a la diabetes sino también a la arteriosclerosis, obesidad e hipertensión arterial: el famoso síndrome metabólico, el cual aumenta el riesgo cardiovascular.

Clásicamente, se ha asociado el SOP con el aumento de riesgo de cáncer de endometrio, pero esto parece que NO es por la anovulación (no ovulación), no olvidemos el cáncer de endometrio es más frecuente en mujeres con la tríada: hipertensión + diabetes + obesidad, es decir, en mujeres con síndrome metabólico, por lo tanto si tratamos la resistencia a insulina evitaríamos a largo plazo la hipertensión + diabetes + obesidad, y entonces disminuiría el riesgo de cáncer de endometrio.

¿QUÉ QUIERES TRATAR? ¿LA PUNTA DEL ICEBERG O TODO DESDE LA BASE?
Debemos pensar en qué queremos tratar en el SOP: si la punta del iceberg, o tratarlo todo desde la base. Quiero decir con esto que ¿queremos tratar solamente esos problemas hormonales que producen los síntomas virilizantes y los retrasos menstruales? ¿O queremos tratar el problema metabólico de base que, además de fomentar los problemas hormonales, predispone a largo plazo al síndrome metabólico? Sabemos que si tratamos el problema metabólico, estamos tratando además el problema hormonal, pero no sucede lo mismo al revés: si centramos el tratamiento exclusivamente en el problema hormonal (anticonceptivos), no estamos tratando el problema metabólico.

Lo voy a explicar mejor: cuando lo que se desea tratar son los síntomas virilizantes (hirsutismo, acné, alopecia) el tratamiento con anticonceptivos orales combinados serían muy eficaces para ello, pero ¡ojo! con los anticonceptivos lo que estamos tratando es la punta del iceberg, pues no están para nada tratando la base del problema: la resistencia a la insulina. Los anticonceptivos mantienen los ovarios en reposo, por lo que el ciclo hormonal se realiza artificialmente con las hormonas exógenas (los anticonceptivos), y por ello, al estar los ovarios en reposo no producen esos andrógenos que provocaban esos síntomas virilizantes y de ahí la desaparición de estos síntomas.

Es necesario aclarar dos cosas: el anticonceptivo no ayuda a que el ovario funcione (sino que lo que hace es todo lo contrario: sustituir su función) y lo más importante: que el propio anticonceptivo no sólo no trata la resistencia a insulina, sino que además a largo plazo la agrava. Por eso, en el caso de utilizarse anticonceptivos en el tratamiento de los síntomas virilizantes, éste debería acompañarse de autocuidados (dieta y ejercicio) para contrarrestar la resistencia a insulina, otra opción es acompañar los anticonceptivos con fármacos o suplementos sensibilizadores de los receptores de la insulina como la metformina o el mio-inositol.

El SOP además, como ya hemos dicho, puede tratarse con fármacos que van enfocados al problema metabólico de la resistencia a la insulina, y que además, secundariamente mejoran el problema hormonal: los antidiabéticos sensibilizadores de los receptores de la insulina como es la metformina. Es ideal sobre todo para mujeres obesas con SOP pues, además de sensibilizar los receptores, ayuda a adelgazar. La metformina, al corregir la resistencia a insulina mejora la función ovárica y por tanto todos los demás síntomas del SOP, por eso también se emplea en mujeres con SOP que desean embarazo, precisamente para promover la función ovárica y se produzca la ovulación, en estas mujeres que desean embarazo a veces se utiliza la metformina sola y otras veces acompañada de fármacos inductores de la ovulación.

¿CUAL SERÍA EL TRATAMIENTO IDEAL?

El tratamiento ideal debería tener en cuenta tanto la parte hormonal como la metabólica.

En cuanto al tratamiento farmacológico no me voy a extender, pues me resulta muchísimo más interesante centrarnos en los autocuidados (dieta, ejercicio y suplementos), que podrían revertir los síntomas del SOP.

Como resumen sobre los fármacos diré que siempre ha de individualizarse en cada caso, si por ejemplo hay síntomas virilizantes muy intensos se podrían utilizar antiandrógenos o anticonceptivos (¡¡¡pero sin olvidarnos en este caso de tratar también la resistencia a insulina!!!), si se busca embarazo pueden utilizarse inductores de la ovulación. Se podría utilizar la metformina como hemos dicho antes, bien sóla o bien acompañando a los tratamientos hormonales antes citados (tanto para mejorar los síntomas virilizantes, como para mejorar la resistencia a insulina, como para favorecer la ovulación para conseguir un embarazo).

Pero el tratamiento ideal sería aquel en el que de forma natural se controle la resistencia a insulina (en cualquier caso, aun tomando fármacos lo ideal es siempre acompañarlos de adecuados hábitos de vida).

Cuando una persona es celíaca se cuida para no tomar gluten, si es intolerante a lactosa para no tomar lactosa, lo que me parece alucinante es que una mujer con SOP no tenga fácil acceso a la información necesaria para evitar en su dieta todo aquello que aumente la resistencia a insulina. Quizá preocupa más que una persona celíaca no tome gluten, porque de tomarlo, sus síntomas serían inmediatos, en cambio el síndrome metabólico no tiene esa inmediatez, es a largo plazo, pero hay que tenerlo presente si queremos tener buena calidad de vida en el futuro.

Muy importante: NO vale cualquier dieta! Aunque en el caso de mujeres obesas la propia pérdida de peso le va a ayudar a sensibilizarse la insulina, lo ideal sería que en todos los casos de SOP (da igual si tienen peso normal u obesidad) se adquirieran unos hábitos de vida saludables en que los que la dieta esté a favor de tres aspectos:

1- Aumentar la sensibilidad de los receptores de insulina.

2- Disminuir el hiperinsulinismo (los picos de insulina).

3- Prevenir la inflamación sistémica de bajo grado. La inflamación sistémica de bajo grado es una condición en la que hay muchos factores pro-inflamatorios en sangre (por los malos hábitos de vida) y que a la larga da lugar al síndrome metabólico (obesidad, hipertensión, diabetes…)

En el próximo post me adentraré con más detalle en la dieta y suplementos que ayudarían a eliminar los síntomas del SOP. Lo enlazaré en mi página de Facebook como siempre.

Hasta la próxima!

Dra. Miriam Al Adib Mendiri. Ginecóloga y obstetra.