Marta es una de mis pacientes y hoy comparto con todos vosotros este texto tan especial que me ha hecho llegar.
Marta es una mujer joven con cáncer de mama. Conocer su diagnóstico supuso un duro golpe, sobre todo al principio, algo que es totalmente normal y humano. Pero ella, lejos de dejarse llevar por la desesperación sin más o el desaliento ante esta enfermedad, ha decidido vivirlo de otra manera: enfocando la vida con humor. Me ha parecido un ejemplo de fuerza vital insuperable que quizás pueda ayudar a otras personas en su situación, y por eso, con su permiso, comparto este pequeño relato que me ha enviado.
She Wolf
Buenos días, ¿cómo lo lleváis?… Seguramente, ante esta pregunta responderéis: “bueno, ahí vamos”. Espero que al terminar de leerme respondáis: “¡VIVAS!”
Mi nombre es Marta, tengo 37 años y tengo cáncer de mama. Me lo diagnosticaron en septiembre, llevo seis ciclos y me faltan dos para que me operen.
¿Recuerdas ese día? Reconozco que se me cayó el alma a los pies, entré en shock y sólo la mano de mi marido me ayudó a despertar. No hablaba, en el coche sólo se me ocurrió decir: “lo que voy a ahorrar en peluquería, cari” y ahí descubrí el poder del humor.
Cualquier persona que me conozca sabe perfectamente cuál es mi carácter, mi fuerza y mi humor incansable; pues… si lo tienes, explótalo.
Mi primer consejo, desde la humildad, es que hagáis las paces con el pasado. Tienes que estar en paz contigo misma. Expresa todo lo que arrastras, da un portazo a la rabia, frustración, dolor, desesperación, ponte una venda y no pienses en el futuro, sólo en el día a día. Si piensas por un instante “¿por qué a mí?” Enhorabuena, acabas de ser seleccionada para brillar, porque no sólo vas a aprender a quererte, vas a sacar el lobo que llevas dentro, vas a arrasar.
Aprenderás una palabra nueva y desconocida: «NO»
NO me apetece.
NO quiero.
NO me pares los pies porque necesito expresar.
A mí me costó la vida, pero la primera vez que la solté se enteró el vecino, las otras veces fueron más light. Vas a echar una cara impresionante. Lo que antes te quitaba el sueño, ahora te provoca risa e incluso te parece absurdo.
Como mi lema es siempre el humor, os contaré varios ejemplos para que le deis la vuelta a todo y aprendáis a reíros de todo…
- Os van a mirar de arriba a abajo. Sonríe, un “hola” que atraviese su tímpano y da recuerdos a su familia, aunque no lo hayas visto en tu vida. Tú reirás cada vez que lo recuerdes y él seguirá dándole vueltas, intentando saber quién coño eras… ¡ah! y ahora con la mascarilla es más interesante todo.
- “¿Por qué llevas pañuelo?” …Sí, así y sin anestesia…»Porque me he pasado al islam». Os aseguro que se quedará K.O.
- “¡No sabía nada, oinssss!” (Sí, repatea y más el tono, chirría los dientes)
– “ESTOY BIEN, GRACIAS».
– “¿Pero, ¿cómo ha sido?”
– “ESTOY BIEN, GRACIAS».
– “Per…”
– “ESTOY BIEN, GRACIAS».
Y finaliza con:
– “Discúlpame, tengo cita en la peluquería” (llevaba pañuelo).
- Si se giran demasiado, más tipo “niña del exorcista” te giras y le miras de la misma forma desagradable. Tenemos que dejar de ser tan políticamente correctas.
- Camina como si fuera la última vez que pisas la tierra. Si vas con tus hijos, juega, háblales y tranquilízales. Ellos también llevan su procesión por dentro. Tienes que hacerles la vida un poco más fácil.
- Cambia el chip. Eres hermosa, vas a salir.
Nuestra mayor preocupación es el pelo… ¿lo vamos a perder? Perdóname, esta es la preocupación más tonta, el pelo crece y no puedes perder energía en estar triste.
Yo me corté el pelo con una canción que mi hermano me mandó justo en el momento que mi ciclo estaba finalizando, y con la mirada atónita de mi marido.
– “¿Te ayudo?”
– “NO. ES ALGO QUE TENGO QUE HACER YO”.
Yo estaba bailando, pero no todo el mundo reacciona así. Es un proceso muy doloroso y si tienes que llorar, llora. Eso si, una vez hayas liberado, sécate las lágrimas y a la ducha.
Sentirás como cae el agua en tu cabeza, déjate llevar y disfruta de tu logro. SHE WOLF.
Al salir, va a parecer que de tu cabecita va a nacer un dinosaurio, mírate en el espejo, ríete. Acabas de transformar ese dolor en alegría. Eres una crack.
- NO escuches a nadie, cada enfermedad es diferente y cada cuerpo es un mundo. Simplemente da las gracias y vete. No es momento de escuchar penas.
- Antes de ir a la primera quimio rodéate de tu piña. Llévate algún detalle insignificante. Yo llevaba una alianza, un peluche de mi hija, fotos de mis padres y hermanos, una foto de mi familia de Sevilla, una pulsera de mi Raquel, un bolso de mi bichi, un libro de mi Mery… No podía con él, pero me sentía súper afortunada.
Da gracias porque Dios te ha dado la oportunidad de luchar y pídele que te de fuerzas.
Aun así irás temblando, es lógico, pero, ¿sabes? Al cruzar esa puerta verás un gran equipo de profesionales y humanos que velarán por tu bienestar.
Yo, no sólo he tenido suerte, sino que me siento afortunada. Mi oncóloga Sandra y su enfermera Cloti son mis ángeles, me dieron alas para afrontar la situación. Déjate llevar por ellas, respira hondo y duérmete. Cuando despiertes todo habrá pasado. Sinceramente, he sido afortunada, las primeras cinco quimios apenas las he sentido. Eso me ha permitido trabajar y entregar los Reyes a mis niños. Tengo la gran suerte de trabajar para la juguetería Tiko Doco. Arropada por mi jefe, que es un líder, y por mis compañeros. Gracias, Juli.
Te darán vacunas, te dirán que hacen mucho efecto; no escuches, cuando te las pongas cierra los ojos, da gracias porque ellas harán que te sientas mejor. Cierra los ojos, respira y duérmete.
A mi me las ponía mi chochona favorita, mi Fátima. Una enfermera y amiga, capaz de empaparse literalmente por venir a ponértela. Ahí comprendí lo maravillosas que pueden llegar a ser las personas. Ella enseñó a mi marido. Os aseguro que jamás le he visto sudar tanto… ¡Creo que hubiese preferido en esos momentos estar en el Líbano!. Aun así, esas banderillas se convirtieron en nuestro momento (me acariciaba mientras me las ponía).
Ahora comienza tu momento. Lo que te pida el cuerpo. Yo sentía agujas y aún las siento, es un dolor indescriptible. ¿Escala del 0 al 10? ME CA…JFIHJFIURFHRUFHUHFU. Sí, mi cuerpo se va a transformar en Hulk. Me voy a chupar una hoja de laurel a ver si funciona.
¿MENOPAUSIA? Sííííí. Esos golpes de calor que te suben cuando menos te lo esperas. Creo que mi marido tiene miedo a que aparezca un día con collar de perlas, un abanico y gritando “¡Esta juventud está fatal!”.
¿PIEL EXTRASECA? Sííííí. Quitarás de tu armario los champús, mascarillas, etc., dando paso a los aceites. Benditos sean. ¡Eso sí, cuidado, porque llega un momento en el que parece que se está duchando el delfín Flipper.
¿INSOMIO? Sííííí. Vas a contar todos los animales de la granja de Zenón, los mil perros de “101 Dálmatas”… ¡Ah! Tampoco te va a funcionar escuchar a Pablo Alborán. Eso sí, cuando pilles el sueño… Mi marido dice que se escuchaban los ronquidos desde el salón (yo juraría que no roncaba).
¿UÑAS SENSIBLES? Sííííí. Moradas y no me puede rozar nada. Después de perder un colmillo he aprendido a pedirle a mi marido que me abra la lata de aceitunas.
¿PÉRDIDA DE CEJAS? Sííííí. Acabo de hacer un entierro y dos saetas a dos pelos que se me han caído y tres pestañas.
¿PÉRDIDA DE PESO? Sííííí. Coño, ¡aprovecha! Te estás poniendo púa y no engordas: ni en tus mejores sueños.
¿ANTOJITOS? Buenooooo. En cada quimio me ha dado por algo. Mi pobre marido me está haciendo roscas fritas en la Thermomix. Jamás me hubiera imaginado llegar a gruñir por un último trozo.
¿TE HAS CONVERTIDO EN LA LLORONA? YO, NO.
Los demás tienen también vida y problemas, no quieren escuchar a una persona llorar continuamente. Si no te llaman, también puedes llamar tú. También puedes tú ayudarles, si estás de buen humor quizás vean sus problemas insignificantes. No seas coñazo, anda.
¿PÉRDIDA DE MEMORIA? Sííííí. Yo ya de antes ¿DORY? Sííííí, de antes ya lo padecía. He llegado a salir a la puerta y acordarme de que no llevo pañuelo por la cara de poema de la vecina.
¿ESTÁS CONTINUAMENTE HACIÉNDOTE PRUEBAS DE CONTRASTE? Sííííí. Genial, ya le tienes recargada la batería del móvil a toda tu familia. Por la noche serás un Gusiluz.
Como verán, en mi escrito no hay dolor, hay mucho humor. ¿Tú? Tú, eres una guerrera de mil batallas que vas a superar la mayor para ser invencible. Cambia el chip, ríe, ama y siente como si fuera tu último día e incluso cuando llegue el momento de decir LO CONSEGUÍ.
Hablo constantemente de mi marido, aún no lo es, pero cuando estaba en esa sala fría esperando el resultado me dijo que se quería casar para darle lo mejor a la niña por si era algo malo. Al salir, me dijo que lo quería con más fuerza, en ese instante se convirtió en mi marido. A ti, GRACIAS… TE AMO.
A mi clon, mi hija de diez años que me hace reír cada día con sus ocurrencias, por tus dibujos y tus súper cenas que me preparas, estoy sacando fuerzas para verte crecer y porque quiero ver la gran mujer que luchará por demostrar que el corazón es más fuerte que la razón.
A mis maravillosos hermanos, mis ángeles. No puedo estar más orgullosa de ser la chica. Gracias por consentirme, arroparme y apoyarme. Os quiero con locura.
A mis padres, los mejores del mundo. Gracias por la educación, valores y por estar en los peores momentos de mi vida. GRACIAS por haceros cargo de la niña cuando me faltan las fuerzas. Todo pasará y lo celebraremos en familia, pequeña pero poderosa. Las ganas de vivir me las habéis enseñado vosotros.
A mi otra familia sevillana, gracias por habernos dado la oportunidad a mi hija y a mí de tener un hueco siempre en vuestra mesa, os queremos. Os extrañamos.
PRIMIII, PRIMIII, PRIMIIIIII, TE QUIERO BICHO.
A ti, nuestro Manu, amistad de toda la vida, nuestro mejor amigo, nuestra enciclopedia andante, gracias por enseñarnos la vida de color.
A mi piña de amistades, poquitas y hermosas. Tenéis que preparar la boda, ese baile todas, ese pasillo nos espera. Petardi, bichi, os quiero hermanas.
Y A VOSOTRAS… ¿OS APETECE BAILAR? SHE WOLF.
* Texto y fotografías publicados con el permiso de la autora, Marta Torres Caleya.
Gran ejemplo de vida!